Aún quedan resquicios de tu piel en la mía,
y la añoranza de un mañana envuelto en pasado.
Mas el orgullo hace alejar la esperanza,
y la vanidad crea un muro invisible en el tiempo.
Son palabras y no hechos lo que marcan tu camino;
Son cimientos de olvido los que hacen emprender el mío.
Y te extraño, y no miento...
Pero la falsedad en tu sonrisa,
hacen que mis manos salgan huyendo.
Huyendo, huir, huimos.
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