miércoles, 29 de julio de 2009

Necesidades.

Todo es bonito hasta que se vuelve necesario.

domingo, 26 de julio de 2009

Amaneceres.

Son las seis y media de una noche de insomio, en la que decidí no dormir por si soñaba con la realidad.
En el calor de unas sábanas vacías, que me recordaban que algún día no dormí sola, en una cama que me quedaba sumamente grande, me sentí desdichada.
Un café frío con doble de azúcar para soportar el amargo de la vida y un cigarro con el que dejar volar mi imaginación.
El cielo se tornaba anaranjado, dejando atrás residuos oscuros de una noche sin luna.
El amanecer.
Me senté a contemplarlo, no era el primero que aparecía ante mis ojos, pero ver tanta luz se me antojó optimista.
Las nubes se retiraban, el Sol ganó la jugada.
Fue entonces cuando entendí la ironía de la vida:
El mejor momento del día, sin duda, era éste, pero cuando pasa, estamos dorminos.
La felicidad pasa, sí, pero no ponemos el despertador.

viernes, 24 de julio de 2009

Cementerio.

-Quedamos a las doce en la puerta del cementerio, traete una manta y no te olvides del rosario.
Obedecí.
Sus ojos oscuros eran tan penetrantes que si lo mirabas ya no había escapatoria alguna.
Él y sus perversiones.
Yo y mis calenturas.
Me apresuré en vestirme, poniendome ropa a la vez que me despedía de ella, pues como ya sabía, mi ropa y sus manos no eran compatibles.
Cuando llegué ahí estaba, iluminado por una luna creciente blanquecina.
Era el ser más hermoso de todo el mundo y del más allá.
-Bienvenida a las sombras.
Se me puso la piel de gallina, éste era su terreno, su victoria era irremediable.
-Avanza querida, con cuidado...¿no quieres despertar a nuestros amigos verdad?.
Quise reirme, pero me entretuve mirando su perfecto torso al descubierto.
-Llegamos.
Y ahí estaba, como muchas otras, pero esta era especial, era la tumba donde sellamos nuestro amor una noche de luna llena.
Estiré la manta en el suelo, y antes de volverme se avalanzó sobre mi cuello para dar comienzo a una noche salvaje.
Con su lengua rozaba mi cuello, mi oreja, mis pechos...
Sus manos en mi cintura se movían lentamente, sin prisas.
Mis manos en su pelo bajaban por su espalda hasta el filo de su pantalón.
Volví la cabeza para besarlo, pero sus labios estaban bajando por mi cuello dirijendose hacia mi ombligo y más abajo.
Mi respiración se volvió agitada, y entre gemido y gemido grite un ¡basta!
Besó mis labios, y se volvió nuevamente hacia mi oido.
-No grites, o los despertarás.
Me tapó la boca con una mano mientras que con la otra apretaba mi cuerpo.
Entonces pasó.
Se metió dentro de mi y deseé más y más.
Su corazón se tornó frenético y mientras yo le tiraba del pelo, él decía cosas en latín que no entendí.
Arañé su espalda tanto que me dolían los dedos, el mordía mi hombro hasta notar como brotaba mi sangre.
Y así hasta que los primeros rayos del sol anunciaban una marcha inminente.
Le besé.
Él y sus perversiones, sí, ¿pero quién dijo que los cementerios no son lugares hermosos para hacer el amor?



Para Tonny con muchísimo cariño.
Gracias por todo cielo, y perdona mi falta de creatividad.

jueves, 23 de julio de 2009

Maldito.

-Maldito tú y tu sonrisa, tú y tu pelo enrastado, maldito tú y tus palabras vacías.
Derrumbaste mis defensas, mis ganas de libertad y mis ansias de venganza hacia el género masculino.
Me miras, sonries y me sueltas algo enternecedor, para, segundos mas tarde jugar tus cartas y ganar la partida.
No tiene sentido.
¿Lo llamo?
Sí.
No.
Mierda,creo que me estoy volviendo loca.
-Perdone señorita, ¿le está hablando a esa fregona?.

martes, 21 de julio de 2009

Voces.

Seria capaz de hablarte durante miles de noches aunque no fueses capaz de oirme...

Por Johan, mi pequeño gran genio.

domingo, 19 de julio de 2009

Nombres.

Nombrar tu nombre, aquel innombrable en mis labios, nombrado sin cesar con cada latido de mi corazón.

jueves, 16 de julio de 2009

Luna llena, mar, arena y sal.

Bastó con mirarnos y sonreirnos para hacerle un guiño a la vida, para hacer de un escenario de un cuento de hadas una película para mayores de dieciocho años.
Sonaban las olas y nuestras risas, y fue entonces cuando nos fundimos en uno, fue entonces cuando las risas se apagaron.
A un lado el infinito mar, al otro las estrellas y una luna tan blanca como tu sonrisa.Encima de mi, tú, oscuro, como la noche primera en la que me robaste un beso frente a un millón de luces.
Y fue despues, y no antes, cuando me quitaba la arena en agua dulce, con el sabor de tu boca en la mía y un recuerdo lejano del olor de tu piel cuando dudé.
¿Por qué no?
Si ambos sabemos que Él jamás será para mi, por qué no ser feliz con alguien como tú?

viernes, 3 de julio de 2009

Pestillos.

Se subieron al tejado, y pasaron las horas, quizás los días e incluso los años, se besaron, se acariciaron y semidesnudos se durmieron.
Se despertaron y cuando miraron hacia abajo la guerra había arrasado la ciudad, no quedaba nadie vivo.
Ella sonrió y pensó:
-Menos mal que echamos el pestillo.