domingo, 22 de mayo de 2011

Perdida.

Hace tiempo que deseaba escribir algo, pero no algo para los demás, sino algo para mí misma.
Pero me cuesta bastante, últimamente no sé ni quién soy.
Estoy perdida, desorientada, quiero, no quiero, hoy sí, mañana no. Cosas de la edad, supongo.
Es como si tuviese que elegir mi destino, ahora, ya, sin pensármelo dos veces. Y me equivoco, me equivoco diez veces, veintiséis veces, trece o catorce veces (ya ni me acuerdo) a lo largo del día, y no quedan excusas, ni perdones, ni ganas de reconocer que me he equivocado ni de deshacer de nuevo mi vida y volverla a formar.
No tengo ganas.
Brillante idea, pero ¡oh! Si estuvieses aquí todo sería tan diferente, todo tendría un valor para mí, todo tendría sentido. Pero no estás y vuelvo a caer, a rebotar en el mismo suelo, en el mismo barro, en mis mismas heridas.
Quisiera encontrarte, pero no hay ni una sola pista de ti, solo se diferenciar tu ausencia entre mis lágrimas, y me frustro, no sabes cuánto, ni siquiera tengo palabras para describir el dolor que siento, mezclado, paradójicamente con indiferencia.
El tiempo pasa, y sigo equivocándome, continuamente además, pero sé que contigo me he equivocado ya demasiadas veces, que te he decepcionado, que te he humillado, que te he hecho llorar, suplicar clemencia, y no sé qué hacer para compensarte, ni siquiera sé cuándo volverás. Deja de usar tus impresionantes dotes de venganza conmigo, estoy cansada ya de disculparme.
Vuelve pronto, te necesito, necesito saber qué hacer con mi vida, sin ti no hay reflejo en mi espejo, pese a que llevo dieciocho años decepcionándote te obligo a volver, tenemos que elegir juntas mi camino, mi parte incoherente me empieza a caer mal. Vuelve, parte coherente de mi alma, tráeme tabaco y te perdono, prometo portarme bien y escucharte alguna que otra vez.

1 comentario:

  1. Me encanta la etiqueta de este texto "Ironías"
    ¿Escuchar?, ¿a quién?...
    El futuro no se decide de un día para otro, te lo he dicho antes.
    Tómate el tiempo que necesites, y aunque no los sigas todos, al menos escucha los consejos de las personas que te quieren, y las verdades; no lo hacen para herirte, sino para, contigo, ayudar a formar esa vida que dices tener deshecha.
    Te quiero.

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