Una vez, hace mucho tiempo, existió una musa, una, que inspiraba a un poeta encerrado dentro de un violín.
Él, la alababa por encima de todo, exclamaba su nombre a los cuatro vientos, y soñaba volar junto a su amada en una enorme clave de Fa.
De sus sueños obtenía cada nota, cada ritmo, cada silencio, cada palabra de amor, cada decadente lágrima.
Pero ella, compartía algo más que el brillo como similitud a las estrellas: la lejanía.
Su musa, su amada musa se escapaba entre sus dedos como otro año más se escapa un 31 de diciembre, y esas notas llenas de amor y admiración, quedaban plasmadas en un pentagrama, en unos sueños de papel.
Quizás algún día, los versos unidos a esas melodías, darán lugar a besos y abrazos no perecederos.
Quizás algún día, tu musa deje de apuntarte con un revolver para que sigas tocando en los tejados.
Sabes, que eres capaz de hacerme sentir muy feliz, ha si que espero que seas amiga forever, te kiero con locura, es superbonito, maravilloso. Que sepas, que para todo y para siempre aqui me tienes.
ResponderEliminarHOla, si e comentado alguna entrada tuya, yo a ti tampoco te conozco jaja
ResponderEliminarsolo que viendo blogs de gente vie l tuyo y me gusto como escribes :)