miércoles, 30 de marzo de 2011

Anadiplosis.

A veces la prosa nos deja soñar un sueño,
un sueño del que la lírica permite contar un cuento,
un cuento que narro frente a tu sonrisa frustrada.
Esa sonrisa que olvida que a veces la prosa nos deja soñar un sueño.

Son mis versos, los que escribo, con los que voy indagando:
en tu alma, en tus alas, en tu boca, y por qué no, en tus años.
Son mis musas tus palabras, vigías crueles del pasado,
las dueñas de lo indecente, con las que voy naufragando.

Son mis sílabas tus miradas, aquellas que voy olvidando,
no me arrepiento de lo vivido, no me quejo de lo lejano.
No cuelgues nunca tu vida, nunca saltes desde el barranco.
Sigue fiel a ti mismo, por soñar no estas pecando.

1 comentario: