miércoles, 18 de agosto de 2010

Sandeces Varias.

El verano se acaba, como se acaban tantísimas cosas a mi alrededor.
Algunas cosas se quedan, en mi memoria, en mi pared, en mi armario, otras sin embargo dejo que se las lleve el levante.
El sur, ya sabes, es lo que tiene.
El aire huele a humedad, es extraño, el invierno se marchó no hace mucho, pero ya desea volver. ¡Puto cambio climático!
Ahora que el sol secaba mis mejillas se vuelve a esconder tras las nubes, esas de humo y desfase que en noches como esta empiezo a echar de menos.
Situaciones difíciles que vivir, otras demasiado fáciles, pero al final, todo se termina complicando, o bueno, simplemente se termina, qué se yo.
Saco mi libro, aquel Neruda de hace tanto tiempo, sigue siendo el mismo, nosotros, los de entonces, ya no. Leo, y leo y vuelvo a leer sus palabras. ! Cómo me hubiese gustado tomarme un café con este hombre y preguntarle por todos esos crepúsculos que tantísimo nombra en sus versos¡ Vuelvo a leer ¨ Eres tú la culpable de este juego sangriento ¨ lo adoro.
Saco un cigarro y fumo, va a ser verdad eso de que todo es bonito hasta que se vuelve necesario, vaya, creo que me lo voy a tatuar.
Miro por mi ventana, expulso el aire, vuelvo a mirar, sigo mirando, adoro esta calle, ver el mar a diario es algo realmente extraordinario.
Mañana cogeré el tren, otro más, hay veces que el cielo se nubla por Cádiz y merece la pena escabullirse unos días, charlar con gente nueva, escribir de nuevo, todas esas sensaciones difíciles que con el tiempo te parecen sacadas de una comedia americana.
Pongo música ¨ Butterfly ¨ ¡Qué canción tan sexy! Me regodeo en sus palabras: lo tienes todo, lo tienes todo.
Quizás algún día Jason Mraz me la cante al oído, quizás ese día me derrita cuán colegiala, bueno, aún sigo siendo colegiala, ¿no? Tengo el derecho de derretirme cuando alguien me cante una canción sexy al oído, dejando el rollo romántico a un lado, hace tiempo que dejé de escuchar empalagoseos en la radio, hace tiempo que perdí la esperanza de escuchar una canción de ese estilo en los labios de algún que otro príncipe azul.
Supongo, que como dice un gran amigo mio, el amor se acaba el tercer mes, las personas acaban juntas por la inercia de no sentirse solos.
Hablando de soledades, a veces está bien tener tiempo para leer Neruda, fumar, mirar por la ventana y regodearse con canciones subiditas de tono, otras sin embargo, duele saber que nadie te llamará bonita cada día.
Bah, dejando las sandeces a un lado, he de decir que nadie necesita que la llamen bonita cada día, y cuando lo necesite...sigo siendo una colegiala, seguro que habrá alguien por ahí con ganas de soltar algún que otro ¨ quédate a dormir ¨.
Cuando cumpla los treinta y deje de ser una colegiala soñadora, espero que aparezca algún Jason en mi vida, aunque bueno, también puedo mirarme al espejo y llamarme bonita cuando a mi me de la gana.

1 comentario: