viernes, 18 de junio de 2010

Invierno.

El sol se hace notar en mis pupilas, el calor empieza hacer acto de presencia en un junio ya bastante entrado, el verano, como quien dice, llega tarde.
El invierno se acostó con la primavera y prolongó su estampa hasta hace unos días.
Pero así de caprichosas son las nubes, y, para darme una alegría decidieron evadirse un rato.
Un año más tarde, no salió de mi boca un: Buen verano...
Tuve ocasión, pero no quise.
Tú ya no eres nada y soy feliz por no tener que necesitarte.
Ya no saldrás de entre las sombras con una tenebrosa voz que diga ¨siempre estaré presente¨
Hoy, mi buen verano va para él, para el que hará que este año sea mi año, por el que lo está consiguiendo día tras día desde diciembre.
Por él, el invierno este año se me ha antojado demasiado corto, aunque sea mediados de junio y siga lloviendo en el sur.
Las posibilidades de volver a verte cada vez se reducen más, y no me preocupa, en esta feria no habrá un ¨me lo debes¨ ni un ¨medio cigarrito de después¨, porque te diré que a él no le gusta el sabor del tabaco en mis labios, y nunca me debe nada pues todo me lo cobro a raudales.
Espero que el invierno le haga un guiño al otoño y lo deje derramar sus hojas unos meses más.

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