Mientras el lado derecho de su cama me pertenecía, soñé en tecnicolor con mi usual mounstruo rubio de pelo largo.
Una lucha encarnizada entre titanes, donde el mal (siempre ella) y el bien (cualquier persona que no llevase su nombre) se enfrentaban por un único objetivo: lograr la paz entre sus brazos.
Una batalla que rememoraba medievales catástrofes en las que aparecia un enorme dragón, una princesa guerrera y un príncipe sumido en un profundo sueño.
Palabras mal sonantes, espadas de rencor en una lucha cuerpo a cuerpo donde no existía un escudo contra el dolor.
Así pues, el enorme, enorme dragón rubio, derrotó a la princesa de un solo empujón.
Me desperté sobresaltada, pero...¿A que no sabeis quien estaba al lado izquierdo de la cama para calmar mi ansia?
¬¬ tu obsesión empieza a preocuparme. Te echo de menos, cerda. A ver si vuelves a existir a este lado de la realidad!!
ResponderEliminarJajaja, oju oju, estos dragones, que incordio eh??. Desde luego... un besito andaaa
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