Érase una vez, y así empezó la historia de una princesa en el mundo de las pesadillas.
Su castillo, gigantesco, con alaridos en la noche y sombras en cada esquina.
Ella, que brillaba con luz propia, iluminando así cada resquicio de tenebrosidad que le imponía su alrededor.
Una historia de angustia y soledad prestada, dónde de un sólo puzzle existían varios tipos de piezas, y ninguna encajaban a la perfección.
Un día subió a su torre, se quitó su vestido rosa, su corona,se despeinó el pelo y se vistió con una camiseta ancha, que le llegaba por las rodillas.
Salió al mundo, y sonrió.
Y las tierras de las pesadillas, se convirtieron en luz de estrella, humo de tabaco, y música rock.
Corrió, saltó, y gritó su nombre al viento, el mismo que repetía cuán eco, su significado: Valentía.
Éste, no es un cuento como todos aquellos que te contaron de pequeña,no es una historia de amor, sino de superación, de perfeccionismo humano.
No hay frases cargadas de ilusión y cariño, pero sí llenas de ironías y dobles sentidos.
No hay corceles, ni príncipes rescatadores, pero, ¿quién necesita héroes teniendo vodka?
OOOOOOOHHHHH DIOSSSSSS MI CUENTOOOOOO!!!! (A LA MIERDA LA ORTOGRAFIAAAA) TEE ADORO!! xD Es precioso, niña!! Me encantaaa!!
ResponderEliminarTe quieroo!! ^^
PD: ya no va la niña a por agua la fuente...
AHORA VA A POR VODKA Y LE PEGA FUERTEEEE!!!