martes, 5 de julio de 2011

Empirismos.

-Juraría que no estás enamorada.
-¿Y eso tú cómo lo sabes?
-Por tu actitud, antepones tus deseos a los de él.
Bien, lejos del sentido que todo el mundo da al amor hoy en día, es menester mencionar que puedes querer a una persona sin tener que dejar en un segundo plano tus expectativas.
Después de unas cuantas relaciones fallidas, un par de corazones rotos y tres docenas de remedios caseros contra el síndrome de ¨eres más que mi vida¨ me veo obligada a decir que se puede, oh créanme que sí, querer a alguien sin menospreciar tu propia vida.
Jamás, por muy enamorada que estés, por más que te brillen los ojos, o por más absurdas mariposas que vuelen por tu estómago debes dejar que nadie sea tu vida, repito, jamás.
Las personas van y vienen, y esto es un hecho, ya lo decía Hume: La costumbre es la gran guía de la vida humana.
Cuando te acostumbras a X persona, o llamémosla albóndiga si lo desean, y haces de ella tu día a día, tus ganas, tu pasado presente y futuro, cuando llegue el funesto día, créanme que llega, por más promesas y por más candados inseparables en el jardín de Calisto y Melibea, en el cual esta persona se marche, si haces de ella lo más importante para ti, te quedarás sin nada.
Así que discúlpenme si ahora le tengo miedo a las alianzas y a los te amo, o si antepongo mi felicidad a la de otra persona, o si no me da la realísima gana pasar un mal rato para que la persona con la que comparto actualmente mi vida sea mediocremente feliz.
Discúlpenme señores, pueden llamarme egoísta, pero si alguna vez he de volver a perder mi vida no me gustaría haber perdido, además de lo que ello conlleva, mi tiempo. Empíricamente hablando, claro.

2 comentarios:

  1. Ojala fuera facíl hacerlo como dices !!

    ResponderEliminar
  2. Me gusta tu blog !! me estoy poniendo al dia XD y si soy monty pero no se lo digas a nadie , es un secreto XD

    ResponderEliminar