-Maldito tú y tu sonrisa, tú y tu pelo enrastado, maldito tú y tus palabras vacías.
Derrumbaste mis defensas, mis ganas de libertad y mis ansias de venganza hacia el género masculino.
Me miras, sonries y me sueltas algo enternecedor, para, segundos mas tarde jugar tus cartas y ganar la partida.
No tiene sentido.
¿Lo llamo?
Sí.
No.
Mierda,creo que me estoy volviendo loca.
-Perdone señorita, ¿le está hablando a esa fregona?.
oh venga cariño, se que puedes hacerlo mejor...
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