Soy la princesa de hielo.
No conocí el amor verdadero,
solo una dulce mentira de un día y medio.
Mientras fumo el viento en tu mirada,
grito fuerte, desesperada.
No me derrite nada.
No me pidas mas.
Tus calientes palabras
me sirven de cenicero,
donde echar la ardiente ironía de tu deseo.
No me derrite nada.
Nada, salvo sus besos.
Qué bien estás empezando a escribir, chica. Hasta luego.
ResponderEliminarme encanta esta poesia, me ENCANTAAAA
ResponderEliminar