Todas las ilusiones, todos mis sueños y otros tantos tuyos, se esfumaron cuando cerraste la maleta.En la puerta te giraste y me viste en un rincón, encogida, desgarrada.Lo siento musitaste, y no pude evitar gritarte: Vete! no te necesito. Ambos sabíamos que mentía, y ambos sabíamos que tu ya no volverias.
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